Soy aquel que se entrega,
que descansa tendido en la hierba,
que ha dejado sus retoños
esperando la primavera.
Quien ha tenido una vida
siempre feliz y plena
pero como todo se termina
tuve que dejar mi herencia.
Que la felicidad sea tuya,
como con aquellos que te rodean;
que tus recuerdos no sean anclas
que te hundan en la tierra.
Que la sonrisa sea digna
de estar en esa cara que mira
con sus ojos grandes el espacio
que dejan mis raíces perdidas.
Vuela, siempre vuela, alto,
hasta casi tocar las estrellas,
porque vale la pena la esperanza,
es necesario que lo sepas.
Para que no te aturda la tristeza
que acalla las voces que te dicen
que siempre sigas, no decaigas,
que todos debemos seguir en la vida.
Yo simplemente me fui antes
porque mi tiempo contigo así era,
volveremos a vernos, ten confianza,
un día verás un signo y sabrás
que estaremos siempre cerca.
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