Un silencio nuevo
entre tantos silencios.
Un fracaso en otro intento
de tantos fallidos intentos.
Una derrota que se suma
a la estadística de derrotas.
Y lejos... muy lejos muere
el sol que en el horizonte
lentamente se arroja.
Adiós a su calor y luz,
bienvenidas las estrellas
que saben tu nombre y rezan.
Plegarias que apenas
rozan, desde tan alto, la tierra
donde ambos nos alejamos
con el alma inquieta.
2 comentarios:
que gran produccion poética, recuerdo cuando era una "maquina de escribir" estaba en una época muy especial de mi vida... que placer, que gusto escribir y poder compartirlo...
besos y plegarias
Muchas gracias. Suelo escribir bastante siempre jaja.
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